Esto fue hace un par de años: un domingo veo un aviso en los clasificados del Clarín, pidiendo “empleada administrativa y ventas”. Mando el currículum y me llaman para citarme a una entrevista al dia siguiente a las 14 hs. La dirección era en un edificio sobre Av.Callao, a metros de Av.Corrientes. Recuerdo que era un dia super caluroso... Llego puntualmente, era un edificio medio viejo, toco timbre y me atiende una piba de unos 16 o 17 años con look rolinga: flequillo, pañuelito al cuello, una remera de LA 25, pantalones hippones, topper blancas rotas. Le digo que voy a una entrevista, y me hace pasar a una especie de sala de espera... donde había aprox 80 personas! (no exagero): algunos sentados, otros parados, apoyados en las paredes, etc… eso ya me dio muy mala señal. Los supuestos “postulantes” eran de lo más diverso: había pibes de 18 años, señoras de más de 50, chicas jóvenes como yo, algún jubilado… gente con traje, algún pibe con la camiseta de Boca, señora bien vestida, chica híper producida… un abanico de personajes diferentes que extrañamente confluían en ese lugar en busca de trabajo.
Conseguí un rinconcito donde ubicarme en un extremo de esa especie de living con mesitas tipo bar. Solo había una ventana que daba a Callao, y se podía ver una especie de oficina con separaciones de vidrio, dentro había un escritorio donde charlaban un hombre joven de traje y otro que debía pesar unos 200 kilos. El gordo estaba sentado y la "buzarda" le llegaba a la rodilla, asomando por debajo de una chomba. En serio, el tipo era extremadamente obeso y encima con una cara de malo increíble.
Después de algunos segundos de examinar la situación y pensando (“me quedo o me voy al carajo?... ya que estoy me quedo, total... la puta madre, viajé dos horas para ésto!... bue, me quedo, con éste calor!.. por lo menos acá hay aire..."), pude escuchar una conversación entre la “recepcionista rollinga” y el señor gordo, donde pude darme cuenta de que ella era su hija (obviamente, quien va a contratar de secretaria a una pendeja con esa pinta?!). Algunos citados seguían llegando, y era interesante ver la cara de sorpresa que ponían cuando entraban y veían ese lugar. En una pared descubro un poster de una empresa de cruceros. Pensé “Ah! Qué cagada, seguro que es para vender esa mierda…”. Poco después, el hombre joven de traje salió de la oficina y se dispuso a dar la charla. Yo ya sabía que íba a ser una mierda, pero igual me quedé… El tipo se para en medio del lugar y empieza a hablar, hasta que suena el timbre. Era una chica que pedía disculpas por llegar tarde a la entrevista. El tipo, de lo más caradura y chanta que vi en mi vida, le dice sin problemas:
-“Ahora no te puedo dejar pasar porque yo ya empecé a hablar, pero si querés, podés venir cualquier dia a las 12, 14 o 16 horas, que doy esta misma charla. (!) Chau”
y le cerró la puerta y siguió hablando como si nada. ("Qué hijo de p…!" Pensaba yo y seguramente todos los presentes). Entonces el caradura empieza a hablar y dice algo así:
-“Bueno, nosotros buscamos gente para vender viajes por teléfono. Es en negro, con comisiones por venta. Vendemos viajes a Brasil, al Caribe… etc… bla, bla, bla….”
Y dice: -“El que quiera írse que se vaya ahora así no me interrumpe después…” (!).
Vale aclarar que el 90% de los presentes nos levantamos y nos fuímos. (el otro 10% que se quedó eran pibes de 17-18 años que no tenían idea de nada parece, a los unicos giles que pueden enganchar!)
En el ascensor el comentario generalizado era similar al mío. Cuando salí me di cuenta de que era uno de esos edificios donde alquilan oficinas. Lo peor de esto es que ese aviso continuó saliendo en los clasificados muchas veces más. (Y hay también otros lugares de chantadas similares en el mismo edificio)....